martes, 30 de junio de 2009

MI ANDINO CUSCO---19??


Por Jonathan Cusi Pantigoso
Es muy difícil imaginar a veces el modo en que tu cerebro conjunciona muchas ideas, momentos, imágenes, emociones, sonidos, olores y los plasma en un sin razón poco entendible.

Me encontraba en mi casa; hasta ahora no se que haciendo, mi corazón se agitó instantáneamente, al momento en que mis oídos sentían la conmoción por el estruendoso golpe de tambor, repique de tarolas y chillido de cornetas; pasaban los Caperos por la casa del mayordomo en el barrio, era ya Corpus del Patrón San Cristóbal.

No repuse en cambiarme e ir al encuentro de mis amigos y recordar tan añorables años.

La experiencia mía por supuesto a mis quince años era poca pero ya las ganas por aunarme a esa multitud colorida y alegre era muy grande.

- Jonathan jala las cuerdas por acá, y cuidadito con resbalarte - yo por supuesto ponía ganas y no reponía en hacer caso a lo que se me ordenaba.

-¡Saca, cuidado la mano carajo!- grito Adolfo -
no ves que casi te vuelas el dedo-.

-disculpe -
repliqué.

Era ya de madrugada y el nublado cielo dejaba ver las pocas estrellas, pero se habían bajado a la iglesia formando un ancho titilar. Junto a la puerta, un coro de indios tocaba arpas y violines.

Una vez dentro de la iglesia se conglomeraba un cúmulo de caras mestizas, cabezas con chullos o peinados en trenzas, de faldas y ponchos de colores. La masa humana se abrió lentamente para dar paso a los mayordomos, los acólitos agitando una redoma suspendida de finas cadenas esparcían humo de incienso fragante. La gente rezaba formando un rumor profundo.

Unas pastoras cantaban:

.


"Gloria a Dios en las alturas

y en la tierra ..."

..

.

Era mágico, sorprendente y alegre, de hecho el ambiente.

-Ya es hora - dijo Saúl, jefe de la cuadrilla

-Sujeta fuerte y no sueltes, es tu vida - me dijo Alfonso

Yo sentí que pesaba demasiado el santo en mis hombros .

Salimos como a las tres de la madrugada en medio de un coro de cucufatas, mestizos y barriada.

Proseguimos por la plaza y con el clamor popular de la gente nos hacíamos mas fuertes, sin dejar de mencionar el efecto del ponche alcoholizado previo a la salida.

Recorrimos la cuesta de Arco Iris, Huaynapata, Suecia y Plaza de Armas .

-Bien, llegamos - decían todos

Por mi parte me sentía extrañado por la ruta que habíamos tomado.

-¿No era por la carretera?- dije
- y además que hacemos a estas horas aquí.

De inmediato se formo una vez ya asentado el Patrón en el atrio las bancas, mesas, sillones. Era hora del tradicional "chupe pagano".

La cerveza corría por aquí, las personas por allá. Los cargadores explotaban en un mar de risa y felicidad.

- "San San San San Cristóbal soy…" -
cantaban a coro.

Y a todos los sentía como idiotizados por el alcohol. De pronto, Augusto, un querido amigo se me acerco y me dijo: - saltemos a la mesa y cantemos - yo en ese momento me sentía ajeno a ese concierto popular pero con el devenir de cervezas eché ganas.

De un momento a otro di rienda suelta mis íntimos deseos. De un momento a otro di rienda suelta a mi locura y aunado a todas esas personas celebramos en un júbilo excitante.

- Tenemos que volver, ya va ha amanecer - dijo Saul-

Los hermanos Granada, entidad viviente del barrio eran ya conocidos por la manija derecha, y los comuneros de Sacsayhuaman por la izquierda.

Comenzamos la travesía por los mismos lugares, paradas y añejas calles del barrio. Llegando por la calle Pumacurco, justo antes de girar a la plaza, se suscitaba una bronca descomunal.

Se apreciaba a la gente de los bandos provista de "cuetes y puntas". Sentía la necesidad de no dejar todo esto así resuelto de esta forma, pero ya estaban convencidos en lo que hacían, cuando un rayo luminoso anunciando el día disipo mi visión y nublo mi mirada.

La mítica, mágica noche de Corpus ya había terminado.

1 comentario:

mija dijo...

Me gusta la familiaridad con la cuentas las cosas, realmente paseas al lector por las callecitas del barrio, merecido homenaje el tuyo brother a nuestro querido San Cris y con ese tufillo nostalgico que cae a pelo.