Disidentes

Tú y yo estamos condenados

por la ira de un señor que no da el rostro

a danzar sobre un paraje calcinado

o a escondernos en el culo de algún monstruo.

Reinaldo Arenas

Y ahora caminas mucho menos
que cuando eras niño
ya no te pones zapatos
ni quieres andar mas hondo
solo despiertas con los ojos
de los que caminan a ciegas
renqueando temerosos

detrás de la luz de la madrugada

sin piedad traídos a rastras

por el nuevo rigor de sus musas
sin bastones y suplicando
por un poco de equilibrio
mural sicótico de blues y anfetaminas

el pasado es una grageada costra seca

digerida por el vacío infantil

de la propia mirada
cuando atado se va a una suerte de rincón

huraño hasta con las ratas.
Y alguien suele despegar por ahí
asqueado de tanta zalamería
insultando disimuladamente
al infierno de piedra
en el que fue confinado.
No falta quien diga que estamos
desentonadamente locos
no faltan otros superiores
que mantengan la postura correcta
pisoteando toda la hierba que crecerá
sin llegar a ver la próxima estación.
Hoy puede ser cinco de abril
noviembre veintiocho
día quinto del mes febrero
da mas igual que sea o no temprano
este o no nublado
alguien, algo, desnudo, da más lo mismo
repatriado a su país de Seconal
tirado, violado y talvez ajustado de dinero...
dos segundos antes ha ido tocando
de puerta en puerta
devolviéndose con el cinismo de un espejo

como un perrito orinando en las verjas

recordando a sus ingratos amos
un segundo antes lo pensó dos veces
el momento indicado
el momento
pero un momento
silencio
todos corren
se acaba de oír un disparo.

mija